SINOPSIS:
Cuando Lucy conoce a
Nate en Venecia sabe al instante que él es su verdadero amor. Cuando se besan
al atardecer en una góndola bajo el puente de los Suspiros parecen sellar -de
acuerdo con la leyenda- el romance para siempre. Pero la vuelta a sus países de
origen y la distancia hacen que todo se enfríe y Nathaniel, deje a Lucy por
teléfono anunciándole que se va a casar con otra.
Diez años más tarde
Lucy se muda a New York y capta que no ha podido quitarse a Nate de la cabeza.
Aún perdura en ella el flujo Veneciano. ¿Como conseguirá deshacerse de él?
Porque para siempre es muchísimo tiempo...
• CADA TANTO UN
CHICK-LIT VIENE BIEN:
Si
alguien estaba buscando algo al estilo chick-lit, deben darle la oportunidad a
este libro. Trama cómica combinada con la cuota justa de romanticismo y
emotividad, con risas intercaladas.
Habla
de Lucy y Nate, dos jóvenes que se conocen en el verano de 1999 en Venecia,
durante el cual viven un apasionado romance. Ambos son estudiantes (ella
inglesa, él norteamericano) que se encuentra en la romántica ciudad Italiana
por un programa de estudio. Ellos creen que han encontrado a su alma gemela, y
en un momento dado se encuentran cumpliendo la leyenda que dice que si besas a
tu amado/a bajo el puente de los suspiros, en la puesta del sol y mientras
suenan las campanas, estarán unidos para siempre.
Sin
embargo sus caminos se separan y para colmo con el tiempo se entera que él se ha casado con otra.
Diez
años más tarde, Luci consigue un trabajo en una galería de arte en New York y
aunque su relación con Nate finalizó apenas cumpliendo un año, ella jamás pudo
olvidarlo, siente que perdió al amor de su vida. Ha tenido citas claro, pero
todos los hombres palidecen cuando empieza a compararlos con su Nate.
De
acuerdo, tengo esta teoría. Todos sueñan con encontrar a su alma gemela. Es una
búsqueda universal. Por todo el mundo millones de personas buscan su verdadero
amor, su amore, su âme soeur, esa persona especial con la que quieren pasar el resto
de su vida.
No
soy distinta a ellos.
…
Las
almas gemelas no son como los autobuses; no va a pasar otro dentro de un
minuto. Por eso se les llama «el único». Quiero decir, si hubiera varios de
ellos, se les llamaría «los cinco», o «los cien», o «la provisión infinita».
Ahora
en la Gran Manzana, el destino les juega una pasada y sus caminos vuelven “inesperadamente”
a cruzarse brindándoles una nueva oportunidad…¿o tal vez no?
Él ha tenido éxito, es rico, y lo mejor de
todo, se está divorsiando. El flechazo entre ambos sigue presente por lo que
más pronto que tarde arrancan a salir nuevamente. Sin embargo el tiempo va
dejando marcas en uno, lo que antes puede gustar ahora quizás no sea del
agrado. Y de igual manera uno puede creer conocer a alguien y sin embargo
cuando verdaderamente empiezas a mirar a la persona puedes darte cuenta que la
realidad fue matizada por haberla idealizado.
Nate
ya no es divertido, simpático, ni relajado, al contrario ahora es demasiado
perfeccionista y tiene una manía con las comidas sanas y el ejercicio, que
llegan a irritar a Lucy.
—¿Estás
molesta?
Hago
una pausa para pensar. ¿Lo estoy?
—No
—digo tras una pausa.
Mientras
lo suelto, siento un pinchazo de sorpresa. Pensé que estaría mucho más que
molesta. Pensé que estaría destrozada. Después de todo, ¿no se suponía que era
mi alma gemela? El hombre sin el que no podría vivir. La persona que me
completa.
Esto,
no, Lucy, ese es Jerry Maguire.
Por
otro lado, ella ahora que no se encuentra obsesionada con ese amor perdido del
pasado se da la oportunidad de conocer a Adam y va encontrando en él un hombre
que si se complementa con ella.
Sin
embargo, el destino, es el destino, más cuando llevaste adelante una leyenda
que garantizaba el amor eterno de la pareja. Y aunque Lucy y Nate han vuelto a romper,
sus caminos se cruzan, una y otra y otra vez.
Entonces,
¿Cómo finalizas con eso? ¿hay que terminarlo? ¿Si algo que deseaste por tanto
tiempo no termina siendo lo que verdaderamente querías? ¿y si ahora quieres
otra cosa o a otra persona?.
La
novela es bastante entretenida, habla del amor y desamor pero no con un
trasfondo dramático, sino con humor e ironía.
Vale,
lo confieso. Le busqué en Google una vez.
Quizá
dos.
Bueno,
vale, he perdido la cuenta de cuántas veces le he buscado a lo largo de los
años. Y qué? ¿Quién no ha llegado a casa y ha buscado en Google a un hombre del
que está enamorada?
La
protagonista es simple con unos pensamientos propios iguales a los de
cualquiera que ha sufrido un desamor y sigue enganchada. La situaciones de
encuentros inesperados son graciosas, te frustas y desesperas con ellos. Si
reconozco que puede resultar un poco larga, pero la historia va avanzando
tranquilamente, es amena y muy entretenida.
A
parte cuenta con unos personajes secundarios interesantes, la hermana de Lucy,
una abogada, total y completamente práctica y planificada. Su mejor amiga, un
ser espitual, fanática de Oprah y que cree en las almas gemelas. Su mandona jefa
pero a la le encanta ser el centro de atención. Adam, un cinéfilo al que le
encanta colarse en las inauguraciones para comer y beber gratis.
En
resumen es una novela fresca para esos momentos en lo que deseas algo simple
que te haga pasar un buen rato.
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